En la parte 1, vimos la manipulación de las materias primas, la adición de pigmentos y el proceso de mezcla. Ahora toca repasar la producción de bloques, las medidas de control de calidad y los procedimientos de almacenamiento y envasado.
Un transportador recoge las mezclas de color de la mezcladora.
A continuación, la mezcla se incorpora a una cavidad del molde, formando los bloques de pared.
Justo cuando los bloques salen de la máquina, se aplican medidores de altura mecanizados con precisión para garantizar que nuestras tolerancias se ajustan a las normas del sector.
Los bloques que no superan esta evaluación se retiran de la cadena de producción.
Tras este paso, el producto se traslada a un elevador.
Se suben dos capas cada vez. El carro de dedos totalmente automatizado recoge estas capas y las introduce en una de las cámaras de curado.
Para adquirir suficiente resistencia, la duración del curado debe ser de 28 días. Con nuestra instalación de curado, obtenemos el mismo nivel de resistencia en solo 9 horas.
Una vez que el producto esté totalmente curado, el carro de dedos los recogerá y los llevará a un descensor.
El descensor baja 2 capas de producto a la vez hasta otra estación de control de calidad.
Se volverán a utilizar medidores de altura mecanizados con precisión para verificar la calidad de cada pieza antes de que cruce la línea.
Embalaje
Un cubero agarra nuestros bloques de pared G-Force para transferirlos de un palé de producción a un palé de madera.
El cuber construye una paleta completa, capa a capa.
Una vez preparado el palé completo, se traslada a la línea de envasado.
A continuación, nuestro equipo instala una bolsa de fuelle y una lámina superior para proteger el material de la intemperie.
Por último, una máquina retractilará el palé y lo enviará al almacén para su próximo gran proyecto.
CONSULTA NUESTRA